Las Armas de un Libertador

Pastora Lisney de Font

Guatemala, 08 de febrero del Año de la Recompensa

Cuando un soldado es enviado a la guerra, debe ir equipado. En Mateo 4:23-24 se relata cómo Cristo enseñaba, predicaba, sanaba y libertaba (el equilibrio de la plenitud del ministerio de Cristo). Nosotros también debemos hacer lo mismo, pero debemos tener estas armas:

  1. Revelación. Sin revelación no puede haber liberación. En Mateo 17:27 Dios le cambió el método a Pedro porque ahora le pide que vaya por el pez y que lo haga con caña y no con red, esto porque en la liberación no hay fórmula sino todo es dependiendo de la obediencia a la dirección del Espíritu. Por ello, no nos adaptemos a los métodos, dejemos que el Espíritu nos revele qué hacer. No hay razonamiento en la revelación, así como lo hacía Pedro, porque hay cosas que se nos pasan si no dejamos de razonar. Cuando dejemos de ponerle razonamiento, todo lo que creemos imposible será posible.
  2. Relación el Espíritu Santo (llenura) (Lucas 4:1). Cristo tenía conocimiento, pero necesitaba llenura del Espíritu Santo y regresó caminando en el poder del Espíritu. 
  3. Dones. (Lucas 8:22) Jesús tenía dones, palabra de ciencia (ver antes de) Esto es imposible sin relación con el Espíritu Santo. Por ello, aprendamos a fluir en los dones, ya que no somos nosotros sino Dios. Aprendamos a Discernir. En San Juan 5, al sanar al paralítico que había estado así por 38 años, Cristo fluyó en diferentes dones.
  4. Autoridad. (Mateo 10:1) La liberación siempre está ligada a la sanidad. Debemos tener la licencia de Cristo para tener autoridad sobre demonios. La autoridad viene ligada a una condición, ya que ante el nombre de Cristo, toda rodilla se dobla.

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